¿Y si no existieran las fronteras?

“Es fácil caer en pensar que no se avanza, que el mundo va a la deriva… En el viaje de socios descubrí que hay cosas que van bien, que salen adelante. Y si pensamos en retos muy grandes, igual lo veamos imposible, pero yo creo que, si dono 20 €, quizás a Bimbaya Rumba, una de las mujeres que conocimos allí, le ayude a comprar otra vaca y pueda llevar a sus hijos a la universidad.”

“A nivel personal he aprendido que vivimos muy, muy bien, y creo que de alguna forma somos responsables de cómo viven los demás. Vuelvo con esperanza, sobre todo porque he visto que Oxfam Intermón, además de aportar asistencia puntual donde se necesita, también trabaja para tener incidencia política.”

“A raíz de la experiencia, me hice socia de Oxfam Intermón, con una pequeña aportación, que es con lo que puedo colaborar ahora. Y es que, de esperanza, nos aportó mucha. Conocimos a gente muy luchadora que comprende que, para que la comunidad entera salga adelante, cada uno debe hacer su parte. No disponen de los recursos y las oportunidades que tenemos aquí, pero dan el 200% de su fuerza para salir adelante. Con gente así es difícil no tener esperanza.”